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viernes, 3 de octubre de 2014

PREGÓN DE LA FIESTA DE EL ESPÍRITU SANTO DE PARADES DE 2003

Corresponde a la X edición de la Fiesta de El Espíritu Santo, celebrada en Parades (Les Regueres), el 5 de octubre de 2003, cuando el pregonero fue Daniel Martínez Álvarez.
 
 
Q"ueridos vecinos, amigas amigos y todos aquellos que de una u otra forma estáis vinculados a este pueblo:
 
Primero, quiero agradecer a la Comisión de Fiestas, que me haya ofrecido la posibilidad de realizar el pregón de esta romería, lo cual además de enorgullecerme me produce una especial emoción, por dos motivos.
  1. Por un lado, este año se celebra la décima edición desde la recuperación de la romería, que originariamente se había celebrado hasta el año 1912.
  2. Por otra parte, el homenaje que se rinde a mi abuelo, Bernardo y que, por cuestiones del destino, hoy me ha tocado representar.
 
Por estas razones he pensado en relataros algunas vivencias, anécdotas, y acontecimientos de su dilatada existencia, que nos sirven de referencia para comparar la forma de vida de antaño con la actual.
 
En esa época los trabajos, las labores del campo, los quehaceres diarios, los festejos y la “folixia” se efectúan de forma colectiva. La vida en comuña en aquellos tiempos estaba presente en todas las manifestaciones de la existencia.
 
Así el nacimiento de Bernardo o Bernaldín como todos le conocéis, en Recastañoso en el año 1903, en el seno de una familia humilde, que como todas las de entonces había muchas personas, fue seguido de cerca por los familiares más cercanos que estaban en la casa.
 
Iba a la escuela, no con los padres que lo llevaban, no, con los vecinos que iban con él al Carcabón, como Pepe Ca´Nolo, Pepe Carmela y todos los niños de su edad de Miobra y alrededores.
 
Más tarde a Mariñes iba con vecinos de Parades como Romualda el Periquito, con un maestro catalán que vivía en Casa el Molín y que era “muy malo, de los que daba con la vara en las uñas por lo que llevábamos las uñas bien cortadas para que hiciera menos daño”.
 
Ya de joven se va a cortejar también en comuña, con varios mozos que van a casa de una moza que sale al quicio de su casa y está un poco con cada uno. A la vuelta van todos juntos riéndose de las trastadas que hicieron.


Con 17 años, Bernardo, alentado por sus primos de Trasmonte, David y Manuel, emigra a Cuba en busca de mejor fortuna, en compañía de Nolo Valdés y el hermano de Carmen Pinón. Allí permanece durante 9 años.
 
Trabajó como camarero en el Hotel Suizo, en Santa Clara – población distante 300 Km. de La Habana -. Ganaba más en propinas que de sueldo que era de 25 $; le daban un extra de otros 5 $ más por abrir a las 4 de la mañana, para atender a los viajeros que llegaban en el tren procedente de La Habana.
 
A los 2 años de estar en Cuba, paga el pasaje a su hermano Conrado, que también se marcha, y dónde permaneció ya toda su vida. En Cuba aprendió contabilidad, mecanografía, Inglés y a bailar; si a bailar porque para ello se apuntó en una escuela de baile. ya se sabe, no sólo de pan vive el hombre.
Había en la época grandes guateques dónde los hombres invitaban a las chicas a bailar, y éstas si lo consideraban oportuno les iban dando turnos anotando los nombres en una libreta, de ahí la gran importancia de ser un buen bailarín si no querías recibir calabazas y ser objeto de guasas.
 
Conoce EE.UU. y regresa en el año 29, para la boda de su hermana Bautista. Cómo la boda era en mayo conoce en ese tiempo a la hermana de su futuro cuñado, Herminia, con la que se casó el día de San Martín de ese mismo año. Celebran la boda en Arlós, porque ella era de Vendón. Hacen la comida debajo del hórreo de Ca´Mariano y a pesar del tiempo transcurrido todavía recuerda mi abuelo el menú: Fabada, cordero y arroz con leche, hecho por la madrina, Generosa. El padrino era de Parades, José Xiromo, que en vista del temporal de truenos y lluvia que se desencadenó tuvo que quedarse a dormir en Vendón y dada la escasez de camas le tocó dormir con mi güelo fastidiándole así la noche de bodas, aunque a saber lo que harían, porque como él mismo dice los nacidos en octubre, el mes de los ciclones, son de pobres contenciones.
 
Felizmente casado, regresa a la casa paterna de Recastañoso y en agosto nace su primer hijo José. Al poco tiempo y dada la escasez de medios con los que aquí se vive, vuelve de nuevo a Cuba. Allí trabaja en los hoteles más importantes de la época. Hace buenos amigos, como Mariano y Carlos dos hermanos de Campo de Caso, que regentaron posteriormente la Ferretería Teatinos en Oviedo. Cuando mi abuelo iba de compras al comercio, la hermana que era cocinera preparaba la merienda para todos. Por casualidades del destino en ese mismo local en el que estaba la ferretería, es dónde actualmente estoy trabajando. Regresa en mayo del 36, con unos ahorros con los que adquiere fincas en los alrededores de su casa en Recastañoso; y diferentes regalos como un reloj Omega, vestidos para su mujer y sus hermanas y una capa que también tiene su enjundia. Dicha capa fue adquirida en Nueva York por 15$, que regala a su cuñado Servando, y éste, huyendo del enemigo durante la guerra, se le quedó enganchada en una alambrada. Tuvo que elegir la capa o la vida, así que mejor seguir corriendo y olvidarse de la capa. Como él mismo dice, salió de Guatemala y se metió en Guatepeor, ya que a los pocos meses del regreso estalló la Guerra Civil.
 
Tuvo otros 4 hijos, y enviudó muy joven, trabajando muy duro para sacar adelante a la familia.
 
El trabajo de la casería cuenta con la ayuda esporádica de vecinos que van a las andechas para la recolección de maíz, de remolacha, de castañas, de las esfueyas de maíz etc..., haciendo esa vida en comuña que anteriormente mencionaba. La vida en la casa campesina era muy distinta, se pretendía que fuese autosuficiente, que se autoabasteciese lo cual dadas las circunstancias y los escasos medios resultaba poco menos que milagroso.
 
Un reflejo de aquellos tiempos en que la comunidad se implicaba eran las estaferias, sextaferia, en realidad, que se realizaban los sábados para la limpieza de caminos y bienes públicos, todos los vecinos hacían se unían sus esfuerzos por un bien común.
 
En éste homenaje que hoy se le rinde coincidiendo con su centenario no podría dejar pasar la oportunidad de citar algunas de las muchas y muy buenas cualidades que adornan la personalidad de mi abuelo, hoy convertido en personaje. Trabajador incansable y tenaz, luchador nato, al que las dificultades de la vida y la escasez de medios nunca asustaron, sabiendo siempre salir adelante, pese a enviudar muy joven y con 5 hijos.
 
Es una persona en la que el buen humor, la gracia, la sabiduría es una constante en su vida. Goza de una extraordinaria memoria – quizás herencia, por lo que cuentan, del que fuera mi bisabuelo Manuel de Bernaldo- lo que le hace ser un ameno interlocutor y un excelente recitador, con el que siempre se puede aprender alguna cosa, o esbozar una sonrisa.
 
Mi abuelo es como un viejo roble de 100 años, que cómo la buena madera se hace mejor cuánto más añeja, con la diferencia de que sus bellotas fructificaron y dieron a su vez frutos, lo que hace que tres generaciones aquí presentes le contemplemos.
 
En una comparación intergeneracional se podría hablar de una época en la que la comunidad siempre está presente, frente a la individualidad reinante, en la que se tiende a realizar las cosas en solitario, por no molestar, por falta de costumbre.
 
Hoy, en la era de la informática y de las telecomunicaciones, no nos quedemos incomunicados frente a nuestros vecinos más cercanos, sigamos cultivando la relación de vecindad, de amistad, de comuña como la que vivió mi abuelo y sus coetáneos.
 
Por ello es bueno que nos unamos aunque sea una vez al año para esta cita festiva en que todos aportamos algo y disfrutemos de la vida en comuña.
 
Reiterar en nombre de mi abuelo y en el mío propio nuestro máximo agradecimiento por el homenaje de que hoy es objeto y por haberme otorgado el honor de hacer este pregón.
 
Como colofón, que el Espíritu Santo propicie la tolerancia, la camaradería, la amistad y el buen humor entre todos nosotros. DECLARO INAUGURADA LA ROMERIA DEL ESPÍRITU SANTO 2003. ¡VIVA EL ESPIRITU SANTO! ¡VIVA PARADES!
 
Publicado en La Piedriquina nº 35, octubre de 2003

martes, 25 de febrero de 2014

RAMÓN SUÁREZ, DE XUGAL A CUBA...

(ARTÍCULO ESCRITO POR AIRAM SUÁREZ VICIANA PARA EL NÚMERO 64 DE LA REVISTA LA PIEDRIQUINA).
 
Foto familiar en Xugal. Ramón es el niño de pie delante de su abuelo.
 
Mi padre, Ramón Suárez Díaz, nació el 30 de octubre de 1903, en Biedes (Les Regueres), en Casa Xugal, hijo de Ramón Suárez García y Manuela Díaz Rodríguez, naturales de Biedes y Brañes, respectivamente. Nieto por línea paterna de Celestino Suárez y Ramona García Fuentes y por línea materna de José Díaz y Benita Rodríguez. Asistió a la escuela de Biedes hasta el segundo o tercer grado. Con once años pasó a trabajar con su padre y hermanos en labores agrícolas para ayudar a la economía familiar ya que eran una familia numerosa, él era el sexto hijo de Ramón y Manuela.
 
Foto de Ramón y su madre, poco antes de partir hacia Cuba
 
Emigró a Cuba para no ir a la mili en 1920 con 17 años recién cumplidos, ya que partió para Cuba en el Vapor Alfonso XIII por el puerto de Gijón el día 19 de diciembre de 1920, llegando a Cuba el 6 de Enero de 1921, aquí le recibió un tío, hermano del padre, Agustín.
 
De la casa de Xugal emigraron también a Cuba sus tíos Agustín y Manuel Suárez García y sus hermanos: Vicente, José y Celestino Suárez Díaz. Vicente vivió en Camagüey y trabajó en el sector de comercio hasta el año de 1947, en 1948 regresó a España y falleció en Biedes en diciembre de 1967. José y Celestino, fueron trabajadores del sector de comercio también. Sus tíos: Manuel Suárez García tuvo una tienda de ropa en Puerto Padre, provincia de Oriente. Regresó a España donde falleció. Agustín Suárez García, era propietario de una hospedería en la calle Amistad en La Habana, en la década de 1920-1930. Falleció en Cuba en 1971.

 
Carné de Ramón del Centro Asturiano de La Habana
 
Siempre sintió nostalgia por su tierra y le contó a las hijas anécdotas pero nunca pudo regresar a España de nuevo. Efectuaba envíos de tejidos a su familia como ayuda. Mantuvo siempre relación con los miembros de la familia de Casa Güeyo, de Casa Anselmo de Miobra y de Toíza en Mariñes, tanto en Biedes como con los descendientes en Cuba. Se trasladó a la provincia de Camagüey a trabajar en el sector del Comercio, tienda de tejidos y confecciones, allí estuvo alrededor de 4 años más o menos, pasando después a vivir en La Habana, ya que por ese tiempo el tío Agustín se había casado con María Viciana Rodríguez y tenían una hospedería en la calle Amistad, donde siguió trabajando en el sector del Comercio.
 
Carné de Ramón como vendedor de tejidos, 1949
 
En 1934 contrajo matrimonio con Lilia María Viciana Rodríguez, hermana de la esposa de Agustín quedándose el matrimonio e vivir en casa del tío. Del matrimonio hubo tres hijas Lilia, Airam (una servidora) y Silvia (fallecida en 1996). Después de casarse con Lilia María, pasó a trabajar en una farmacia propiedad de la familia Viciana, donde estuvo cerca de 10 años, regresando a trabajar en el comercio a la tienda por Departamento La Isla de Cuba, de tejidos, hasta su jubilación en 1970. Perteneció a la Sociedad de Las Regueras en La Habana desde su llegada a Cuba, ocupando cargos en la Junta Directiva hasta su fallecimiento, a los 71 años, el día 31 de diciembre de 1974.
 
Banquete de la Sociedad de Naturales de Las Regueras en 1955
 
Puede que me quede algún detalle que relatar pero no me vienen al recuerdo en estos momento. Lo que sí podemos decir, tanto mi hermana como yo, es que la imagen que guardamos de él es la de un buen esposo y un padre ejemplar, mejor no pudo ser, al igual que mi mamá. Recuerdo de ellos una pareja muy compenetrada y que siempre trataron de dar a sus hijas un buen ejemplo y lo mejor de este mundo tanto en lo material, como en estudios y en unión familiar.
 
 
Recibo de 1969 del Centro Asturiano de La Habana



viernes, 22 de febrero de 2013

BALDOMERO PAÑEDA

BALDOMERO PAÑEDA, UNO DE LOS FUNDADORES DE LA SOCIEDAD DE LAS REGUERAS EN CUBA

Manuel Fernández Valera (Artículo publicado en La Piedriquina©).
 
Hoy nos ocupa una persona que fue muy singular para nosotros pues, independiente del grado de familiaridad con que nuestras familias gozaban, es un hecho a resaltar en la vida de un hombre que supo sembrar la semilla de la solidaridad entre sus compatriotas y ese es nuestro amigo Baldomero González Pañeda, de Casa Pañeda de Mariñes.
Nació en Mariñes el día 3 de mayo de 1874. Su padre Ramón González, hijo de Manuel González e Isabel Huerta, ambos naturales de San Martín de Biedes y su madre Josefa Pañeda, hija de Manuel Pañeda, de Ciaño y Vicenta García del Campo, de Mariñes. Siendo bautizado al siguiente día de nacido en Santa María de Andayón.
Fueron sus hermanos José, casado con Etelvina Rodríguez Zaracondegui, María, casada en Casa Isidro, Manuel, casado con Carmela González García y Juana Bautista (se casó el 25-4-1932) con Ramón Suárez García, de Casa El Molín.[1].


Baldomero. Archivo Eduardo J. Rubiera Glez., su nieto.
Según me relató su hija Josefina, cariñosamente Fina (q. e. p. d.), su padre vino hecho casi un niño como ella manifestaba en un lenguaje familiar, pero su edad era de alrededor de diez y siete años, en compañía de su amigo Manuel Fdez. Álvarez (mi abuelo) de ahí esa amistad tan indestructible que solo la muerte los separaría. Motivo por el cual al no tener ella la fecha de llegada podemos situarla en el año de 1891, fecha que declaró Manuel como su llegada. Es imposible escribir cualquier anécdota en la vida de ambos que no tengamos que hablar siempre del otro, pues son muchos los vínculos que los unieron.
En el año de 1908 visitaría España e iría al encuentro de su familia. A su regreso en 1909 contraería matrimonio con Blanca Rosa Richard Hernández, hija de Casimiro Richard de los Ríos y Mariana Hernández Ortiz y fundaría su propia familia, naciendo de esta unión sus hijos María Luisa (Tití) en 1910, Concepción (Concha) en 1912, María Josefa (Fina) en 1913 y Baldomero en 1915. Sus hijas Tití y Concha cursaron estudios de Maestras del Hogar, Fina, Magisterio y Baldomerito Periodismo. Podemos apreciar como educó a sus hijos.
Baldomero desarrolló su vida en La Habana emprendiendo como pequeño empresario con un negocio de producción de tabacos. Después seria propietario de un almacén en sociedad con un señor, el cual abusó de la confianza y actuó de mala fe y desfalcó el negocio, dejando a Baldomero en la ruina económica.
Alrededor de los años de 1922-23 vendría a vivir a su casa mi padre Mario L. Fdez. Estévez para terminar sus estudios de primaria aquí en La Habana, después a su regreso de los EE.UU. su hermano Manolo residiría todo el tiempo de cursar sus estudios de Medicina en la Universidad de La Habana éste era ahijado de Baldomero y él lo consideró como un hijo más, convirtiéndose después en el médico de la familia. Además residía el Sr. .Julio de los Santos que también estudiaba Medicina en esa época.
Más adelante vendría su sobrino José González Pañeda (Pepe) que él trajo de España, y después iría a Camagüey donde se convertiría en el dueño de una ferretería llamada El Paraíso en sociedad con miembros de Casa Ventura de Ania.[2] Todos estos planteamientos en el plano personal lo hago con el fin de demostrar la clase de persona que fue Baldomero, siempre ayudando en el mejor sentido a todo el que pudo con ese sentido solidario, humano, que lo caracterizó.
En el año de 1915 un grupo de regueranos, con mucho esfuerzo, llevaron a feliz término una idea que venían acariciando: la de fundar una sociedad que fuera capaz de agrupar a los hijos del Concejo de Las Regueras y poder prestar ayuda a los que la necesitaran, por encontrarse falta de recursos o desamparados. Es así como surge la SOCIEDAD DE NATURALES DE LAS REGUERAS y en este grupo se encuentra Baldomero, quien figura en el registro de asociado con el número cuatro. Después en dos ocasiones ocupa la silla presidencial y fue declarado "Socio de Honor".
En el año de 1945 se construye en el cementerio metropolitano "Cristóbal Colón" un panteón que consta de seis bóvedas. En esta tarea se encuentra Baldomero como participante como consta en la lápida conmemorativa colocada en el mismo donde se aprecia su nombre.
La sociedad desde sus inicios realizaría diferentes tipos de actividades con el fin de celebrar festividades propias y además recaudar fondo para sus obras de asistencia social.
En el año de 1947 visitaría nuevamente España, invitado por su sobrino Pepe.
Falleció el 13 de enero de 1963, aquí en La Habana, a la edad de ochenta y nueve años, sobreviviéndolo su esposa.
Como podemos observar, fue un individuo preocupado por la suerte de sus paisanos y un luchador incansable por mantener el vínculo natural con su tierra.
 
[1] RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, R. Mª, ARIAS FERNÁNDEZ, Mª A. Casas de la Parroquia de Biedes, 2000.
[2] RODRÍGUEZ, R. Mª, DEL BUSTO, Mª J., MARTÍNEZ, E. La emigración a América en Las Regueras. 2001