Parece ser que la
primitiva capilla estuvo en el lugar conocido por Cantu de Santa Apolonia, en
el alto de La Costana, en Llanera. Algunas personas mayores recuerdan haber conocido las
ruinas.
LOCALIZACIÓN DEL PALACIO DE CAÑE (DESTACADO EN ROJO).
FUENTE: caleyandoporllanera.blogspot.com
No se sabe cuándo se pasó la capilla al palacio de Cañe. El palacio existía ya, al
menos, en el siglo XVII, como atestiguan las pruebas del Caballero de Santiago
de D. Francisco Abarca Valdés y López, nacido en Cañe en 1686, hijo de D.
Gabriel Abarca y Valdés, nacido en Cañe el 28 de septiembre de 1665, y nieto de
D. Juan Manuel Abarca y Valdés, también natural de Cañe, aunque no se precisa
la fecha.
PALACIO DE CAÑE EN 1980. FOTO: J.I. PRIETO
La capilla y el
palacio no fueron construidos al mismo tiempo y, tal vez, ésta se haya edificado
con posterioridad. Las imágenes y los objetos de culto procedían sin duda de la
primitiva ermita. El cáliz y el copón fueron donados por un general que sufrió
graves heridas en la mandíbula y que ofreció a la santa hacer estos regalos con
las joyas de su familia. Esto sucedió entre los siglos XV y XVI. La imagen de
Santa Apolonia que era de estilo bizantino, desapareció junto con las otras
durante la guerra civil. Se sabe que fue vendida a un anticuario por una
familia de Santa Cruz de Llanera y salió fuera de España. En la capilla había
otras imágenes: San Cayetano, San Antonio, una preciosa talla gótica, de
marfil, con corona de oro y San Antonio, que fue decapitado en 1936 durante la guerra. Tuvo una
odisea muy curiosa: durante la guerra se utilizó el palacio como cárcel y un
soldado de Mieres, que logró escapar, al saltar la tapia se golpeó con lo que
él creía una piedra y cuál no sería su sorpresa al encontrarse con la cabeza de
San Antonio. Así que, la mete en el bolsillo y se la lleva. Un tiempo después pasa por
la galería Benedet, en Oviedo, y, al ver que allí se vendían estatuas de escayola,
reproducciones del museo del Prado, entra con intención de venderla. Y resultó
que el Sr. Benedet, yerno de la Sra. de Cañe, lo reconoció y se lo compraron
por lo que pidió, un billete de autobús para él y su mujer a Mieres.
FACHADA DEL EDIFICIO QUE ALOJÓ A LA GALERÍA BENEDET
Dentro de
la capilla había también un valioso crucifijo, situado en frente de la puerta
del jardín, de palosanto con incrustaciones de marfil y nácar, que también
desapareció en la guerra civil, posiblemente quemado. Había una imagen de
piedra: Nuestra Sra. de la Paz, pero no estaba en el altar sino en una columna.
También fue decapitada y apareció en la iglesia de San Cucao, detrás del altar
mayor. Años más tarde fue vendida por un sacerdote de la parroquia, según
información de Mª del Carmen Benedet.
En la capilla se conservaban también las casullas
antiguas, muy pesadas. Para repararlas, Dª Enriqueta, trajo el hilo de oro de
galerías Lafayette de París, por no encontrarlo en España.
La última reforma
de la capilla la llevaron a cabo en 1908 los dueños del palacio: D. José Álvarez
Prieto y Dª Enriqueta Boves Gutiérrez, que lo compraron a la familia Casaprim.
De los Casaprim había algunos familiares enterrados en el suelo de la capilla.
En una ocasión se inundó y fueron llevados los restos al osario de la
parroquia.
PALACIO DE CAÑE EN LA ACTUALIDAD. FOTO DE AUTOR DESCONOCIDO
La familia
Álvarez Boves construyó un corredor para acceder desde el interior del palacio e
instalaron un órgano.
En las misas de
fiesta hacía la primera voz Dª Enriqueta y la segunda, su hija Mª Luisa.
También les acompañaba el director de la Banda de Villaviciosa, D. Ramón
Alonso, que fue quien puso música al Himno de Santa Apolonia, la letra fue obra
del párroco de Bonielles, D. Gil. La misa llegó a ser concelebrada por 16
sacerdotes.
A la fiesta
venían peregrinos de rodillas y con ofrendas a la santa, sobre todo exvotos de
cera. Venían de muchos lugares de Asturias. No hace muchos años que vino una
familia de San Antolín de Ibias, a la que habían ofrecido sus antepasados y
marchó decepcionada por no encontrar nada. Se cantaban coplas populares: como
las facilitadas por Remedios Suárez, nacida en Agüera de Trasmonte y vecina de
Parades:
Aunque me
duelan les mueles
siete
semanes y un día
nun voy a
Santa Apolonia
galán en tu
compañía.
Y esta otra, que hace referencia a D. Ramón Casaprim,
fallecido en 1879:
Santa
Apolonia ta en Cañe,
en el concejo
de Llanera,
tiénla D.
Ramón en casa
en cuenta
de una doncella.
Se celebraba la fiesta el 10 de agosto, día de san
Lorenzo, por ser la onomástica del hijo pequeño de los dueños y porque el 9 de
febrero, que era el día que le correspondía, nevaba y no se podía festejar como
en verano. Se hacía romería en los jardines del palacio y más tarde en el prado
colindante, donde se bailaba al son de la gaita. La última se celebró hacia
1950. Ya organizadas por los vecinos hubo 2 ó 3 romerías que se hacían junto al
puente sobre el río Barredo, pero sin fiesta religiosa.
Actualmente
se celebra el primer domingo de agosto y los vecinos tienen una imagen de Santa Apolonia que fue comprada por Dª Josefa Llana Pérez,
de Casa Barrero de Tuernes, y está depositada en la capilla de San Pedro en
Agüera, desde donde sale en procesión hasta la plaza
de la Fuente el Xuego, donde tiene lugar la misa de campaña, y donde es
recibida por una descarga de cohetes. La recuperación de esta fiesta fue
impulsada por Charín de Casa Barrero, presidenta de la comisión, fallecida hace
unos meses.
Texto: Rosa María Rodríguez Fernández. El artículo original fue publicado en la revista La Piedriquina nº 28 (Julio 2002).
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