Testimonio leído como pregón en la romería del
Espíritu Santo de Parades en el año 2005.
JOSÉ LORENZO DURANTE LA LECTURA DE SU PREGÓN EN PARADES EN 2005.
"Nací en Piles, parroquia de Villardeveyo del concejo de Llanera, en
Casa Perín el 7 de diciembre de 1911. Fui el primero de 9 hermanos de una
familia vaquera por tradición, desde los tiempos más remotos, que hacíamos la
trashumancia a Torrestío todas las primaveras para regresar en el otoño.
La primera vez que fui a Torrestío, ¡ay madre del alma!, tenía yo 6 años
y fui con mis padres. En la casa de Piles siempre se quedaba alguien.
Marchábamos en abril. El día escogido dependía del temporal, si llovía se
aplazaba, aunque a veces se complicaba el asunto por el camín. La noche antes
de marchar mi padre no dormía nada, levantándose cada poco para mirar la luna.
Salíamos de casa a les 5 la mañana, la carga nes caballeríes, que eren 2. Nes
alforjes llevábamos comida pa'l camín, facíase una amasadura pa marchar, así
que de pan había n'abundancia, luego unos chorizos y algo de adobo, que se
había conservao en grasa o en sebo, y ropa pa' tapase, y un par de pites pa
tener huevos allá. De vaques llevábanse 8 ó 9 y unes 8 ovejines. En una ocasión
diba cuando nosotros un paisano de Pruvia que llevaba gallines en una jaula.
Alguna vez coincidíamos con otros vaqueros pol camín. De Piles
veníamos a Segundín, y de ahí a Cañe por donde Casa Bulsiano, Castiello, La Venta 'l Escamplero, San
Pedro Nora, Trubia, Villanueva de Proaza donde parábamos a dormir en Casa
Manín, una casa particular donde gastamos mucha amistad, de allí volvíamos a
salir a les 5 la mañana y a Caranga d' Arriba, Les Agüeres, Arrojo, Bárzana,
Santa Marina, La Hogarina ,
Ricabo y p'arriba al Posadorio, que eren sólo 2 cases, subiendo más ¡ay madre
del alma, que calamidades pasé! a Trobadiello, donde hay una capilla
hermosísima y una casa de los Fuentes de Trubia, - en esta capilla echamos en
un ocasión un cantarín María, tía de María Pedro, y otro este servidor, y nos
pagaron un duro a cada uno- de allí a Puerto Ventana, y ya bajando, a
Torrestío. Cuando se abrió la carretera de Ventana, empezamos a dir por allí,
comíamos en Páramo donde gastábamos mucha amistad. Na carretera Ventana trabajé
yo varios años, taba abierta p'allá, pero p'acá no había paso. Parábamos a les
hores de comer, y siempre que el temporal nos obligaba. En una ocasión tuvimos
en Caranga paraos 3 días porque empezó a nevar y allí tuve cuidando les vaques.
¡Quiero más no me acordar!
VISTA DE TORRESTÍO, EN LEÓN.
Regresábamos en
octubre, los primeros días del mes, después ya más tarde en noviembre, pa Tolos
Santos. Veníamos pol mismo sitio y parábamos a dormir en Casa Manín en
Villanueva. Ahí en Mariñes en El Pozón de Casa Fernando parábamos a comer.
Veníamos una vez la mi hermanina Luisa y yo, y cayó una tormenta enorme y tenía
que falar a les oveyes y a ella. Otra vez teníen allá un gochucu, y mi tía
Dolores pa andar p'acá echoy de comer al gochu pe la mañana, pero cuando
llegamos a Quirós, a La
Hogarina , tuvo que mi padre goralo, porque nun éramos a él.
Hubo que abrilo y metelo encima la carga. Era un gochu pequeño, de unes 8
arrobes ó así. Era una vida de penurias.
En una ocasión dije-i a mi padre:
- Oiga papa.
- ¿Qué quiés?
- Me cago en sol de noche. El primer vaquero que hubo teníen que habelo castrao.
- Calla, hombre, calla.
Más tarde iba mi padre
a llevarnos allá y él volvía pa sembrar el maíz, sallalo y atender lo de aquí.
Había que trabajar más aquí que allá. Luego volvía pa segar la yerba.
Quedábamos con mi madre, por lo menos 5 persones tábamos en Torrestío.
Allí se cultivaba trigo temprano, se sembraba antes de bajar en otoño,
y trigo semental al llegar en primavera. Se cosechaba muy bien trigo, subían
dos máquinas de desergar. Acuérdome que mi suegro cogió en una ocasión 14
fanegas de 8 kilos. También sembrábamos cebada, arbejos guisantes ¡qué
buenos eren! Lentejas, y cuatro berzas, muy poca cosa, en un huerto. Lo que
sobraba se dejaba allá, como el trigo. A veces los que vivían todo el año en
Torrestío trataron de robar trigo de los hórreos. Mi suegro se dio cuenta de
ello, y puso losas de piedra bajo un arca grande donde se guardaba la cosecha,
y al ir a taladrar no pudieron sacar nada. Pa moler el trigo se iba al molín de
Genestosa que molía y piñeraba a la vez ó a Torrebarrio.
La comida de Torrestío era un poco diferente. Allí comíamos lentejas y
arbejos, que no teníamos aquí, y alguna vez llevábamos fabes.
El ganado estaba por los montes comunales. Había que subir a diario a
verlo. A veces había vaques maneres
que había que catales y catabense en el monte. Las mujeres estaban en muchas
ocasiones solas al frente de todo, lavaban la ropa en la reguera o en el río en
unes llavaderes de piedra. También subían al monte por carquexia, genciana,
manzanilla y té de monte, hierbas que eran muy apreciadas. Hacían mantecas que
vendían a Pepina la mantequera de Quirós, que subía toles semanes a por elles,
pa luego vendeles ella.
Pa ganar unes perruques íbamos a segar a San Emiliano y a Torrebarrio.
La temporada duraba unos 15 días y pagaban un duro al día. Diben también gente
de por aquí de Parades a segar.
Allí la gente se reunía cuando tocaban a concejo con la campana. Se
discutían cosas, estaferias, o lo que hubiera. Había guardia jurado para
vigilar los pastos. Cuando entraban vacas de los de Saliencia, se las prindaba,
se guardaban en el corral de concejo, que todavía existe, tenían que pagar una
multa y también por cuidarlas, porque a las 24 horas de estar en el corral se
las sacaba a pastar.
En Torrestío había 2 fiestas: la de San Antonio y la del Sacramento,
ésta el 17 de agosto. Acudía mucha gente de Teverga y de Saliencia. Tocaba la
gaita un gaitero de Saliencia llamado Avelino, y a veces también venía uno con
un acordeón pa animar el baile, que se hacía junto a la casa escuela. Había
comida de fiesta y los que podían invitaban a alguien.
Las casas tenían el
mismo nombre aquí que en Torrestío. Nosotros teníamos más propiedades allí que
en Piles, pues mi padre compró las fincas de Manuel de Santiagón, de Tuernes,
cuando éste dejó de ir. De Llanera íbamos de Piles en mi casa, y antes iban los
de Casa Manuel el Carricero, de Tabladiello iba Manolo Pajina; de Pruvia los de
Casa Lince, de Casa Manuel de Laura, los de Ordoño y alguna casa más; de Lugo
iban los de El Toledo, los de Campo y otras familias más. De Les Regueres diben
los de Casa Genaro Barrera y los de Ramonito, los de Casa Pedro, que tenían una
torre muy antigua con un nido de cigüeña, que no tenían que habelo quitado, los
de Casa el Taco, donde conocí a la mi Sabina, los del Balloto, que eran los más
ricos de Torrestío y los de Casa Nolo de Recastañoso. Antes todas las casas
tenían el tejado de paja o de piorno.
Que yo recuerde
solamente se murió allí Telva, la mujer de Pepón de Tomás, que eran de Ordoño
en Pruvia. Y nacer, allí nacieron varios, como mi hermana Luisa, mi hija
Enedina, Ismael de Xiromo, Ramón de Pinón...
Me casé en el año 1936
y ese año fui con Sabina, desde aquí de Parades, pero comenzó la guerra y todo
se complicó. Después se hicieron las partidas en casa y lo de Torrestío le tocó
a mi cuñada Josefa, y desde entonces fueron los de Casa Xiromo. Yo seguí yendo
para ayudar a mis padres en la época de la yerba, a segar. Estaba allí unas dos
semanas. Al principio mandaba una o dos vacas con ellos. Mis hijas cuando eran
pequeñas pasaban allí los veranos con mis padres. Para entonces yo tenía una
bicicleta, y las bajaba en ella hasta Caranga, pero nunca coincidieron las dos
a la vez. Una vez mandé a Mercedes en el coche de línea hasta Teverga, allí
salía a buscarla mi hermano Balbino, era el 9 de junio y le llegaba la nieve a
las rodillas.
A pesar de lo duro de esta vida, me quedan buenos recuerdos, como cuando conseguí, siendo ya soldado, que Sabina aceptase acompañarme a la fiesta del Sacramento. Llevaba un tiempo persiguiéndola, pero ella nada. Al fin, me aceptó y, junto a ella, fui muy feliz".
FAMILIA VAQUERA DE CASA EL TACO DE PARADES: JOSÉ, SABINA Y SUS HIJAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario