martes, 1 de julio de 2014

JUGAR A LOS BOLOS EN LES REGUERES

En el concejo de Les Regueres, como en la mayor parte de Asturias, había batientes y boleras en casi todos los pueblos. A la modalidad batiente la llamaban así y a la cuatriada, bolera. En los primeros 60 años del siglo XX llegó a haber más de 30 batientes y boleras. Sería muy interesante que una afición que despertó tanto interés fuese recuperada.
 
BOLERA EN BRAÑES, OVIEDO, 1961.
 
En la parroquia de Biedes hubo por lo menos 6:
  • En Mariñes estaba situada en El Bito, en el prado de la capilla de los Mártires.
  • En Miobra estaba donde está la cantera; venían a jugar mozos y paisanos de Agüera, de Parades, de La Granda, de Trescañeo..[1]
  • En Biedes había batiente en Casa Edelmiro, donde se celebraban grandes campeonatos. Venían a concursar gentes de toda Asturias y concretamente en el año 1941 el propio Edelmiro quedó campeón provincial.
  • En Parades hubo un batiente en el Campo La Corredoria [2] y otro en Casa Vicente, donde hacían campeonatos. Los premios consistían en un gallo, un cordero, etc. Venían a jugar de todo el concejo, destacaba Manolo el Bun y los de Manzano que jugaban muy bien, Pepe el Periquito, José Celo, Mable del Carcabón y gente de Carbayal y de casi toda Llanera.
BOLOS ASTURIANOS. Foto tomada del blog iglesiasoviedo.blogspot.com
 
En la parroquia de Santullano hubo al menos 7:
  • De todos ellos, solamente La Pipera era del chigre del mismo nombre; hacían campeonatos de batiente, en los que destacaban Nolo Estrada y Aurelio Agosto.
  • El castañeo de La Campa estaba situado más o menos donde ahora se encuentra la casa de Julián Tamargo.
  • El del Zapato estaba en un castañeo de Pin de C’Antón, en la carretera que va de Santullano a Otero.[3]
  • El de Trescañeo en La Liñada.
  • El de Llazana estaba en un castañeo a la entrada del pueblo.
  • El de Ania estaba en la Güerta Baxo de C’Antón y el de La Gobia de Abajo, estaba junto a la casa del mismo nombre.
En la parroquia de Soto hubo 2:
  • El de Casa Firme La Piñera estaba situado a la salida del pueblo en dirección a Grado. Tenía batiente, en un castañeo enfrente de la casa.
  • En Casa Amadeo tenían batiente y entre los que solían ganar se encontraban Herminio de Cogollo, Manolo el Bun de Escamplero, Cañal de Valsera, Alejandro de Andayón, Paciente el de Puerma, etc. Todos estos ganaron algún concurso...
En la parroquia de Trasmonte hubo, al menos, 9:
  • En El Ventorrillo tenían batiente y en el Bar Narvaso, las dos modalidades, al igual que en Casa Ramón de Ca Pin. Estos estaban en los chigres, como también en Casa Argentina de Premió, Ca Mariona y Casa Paco la Calea de Cogollo, pero también lo había en El Llongo, en una finca de Ca Pascua de Landrio y en La Verruga, entre La Pienda y La Verruga, en una finca de Ca Pachín de Landrio.
  • En Agüera hubo un batiente situado entre El Curuxeo y Cal Rojo. Destacaban como jugadores los de Ferreres, Nelo y Armando de Pereda, los de Cal Juez de Soto, El Bun, los de Manzano, Ricardo Galán, Cañal...[4]
  • A Casa Argentina acudían casi todos los vecinos a jugar a los bolos. A destacar Polo de Casa Rey, Ramón del Caleyu, Prudencio del Caleyu, José de Cueto, Pepe Ferreres, Manolo de Sobarco, Antón de la Venta, Santos de Ca Pachón, Tino del Ventorrillo, José de Ca Bernaldo, Ginio La Tiesta, etc. Quedaron campeones alguna vez Ginio, Polo y Prudencio.
  • En Casa Paco La Calea había batiente, y había concursos que ganaron Pepe la Casona de Ferreros; Herminio de Antón de Carmela y Sindín, de Arlós.
  • En Casa Mariona tenían batiente donde se hacían concursos los sábados y domingos, el premio era dinero o un cordero, un cabrito… Fueron campeones Pepe la Casona, Luís de Foncava y Herminión de Cogollo.
En la parroquia de Valduno hubo, al menos, 3:
  • El Quintanorio estaba en Ancineres y tenía batiente, donde jugaban habitualmente y vendían sidra, a 3 perrines antes de 1915.
  • El Carbayo estaba en Bolgues.
  • En el chigre de Paladín tenían batiente y hacían concursos, algunos de los ganadores fueron Ricardo Galán, de Premoño, Aurelio de Pereda y los Queixos, de Quejo. Los premios consistían en conejos, corderos, gallos y también dinero.
  • También hubo batiente en las inmediaciones de Casa Celedonio, cerca de Casa Pepe´l Buenu, en Premoño.
En la parroquia de Valsera hubo 6 por lo menos:
  • El de Valsera estaba en el Picu Prieto entre Valsera y La Rabaza.
  • Casa Manín de Sienra tenía batiente y bolera situado entre las 2 carreteras que hay junto a la casa. Había campeonatos que ganaban Manolo el Bun, Pacholín, Evaristo, Jesús de Pachicón, los Casero, y algunos de Sama, La Felguera y San Cucao.
  • En Casa Rogelio tenían batiente y bolera, las dos modalidades de la zona y concursos. En Casa Concha tenían batiente, en la carbayeda detrás de casa, en este último juego destacaban Manolo el Bun, Cañal y Pin de Manzano.
  • En Casa Pepe San Pedro también había bolera, cuatriada, y batiente. Jugaban muy bien El Chispu, Jesús d’Ancineu, Mariano y José Rita.
  • En Casa Valentín en San Pedro de Nora, se jugaba a las 2 modalidades: batiente y bolera.
MATASELLOS DE 1987 DEL I CAMPEONATO DEL MUNDO DE BOLOS, CELEBRADO EN LA MORGAL
 
La bolera del batiente tiene varias partes. En primer lugar está la zona de carrera donde el jugador toma impulso para lanzar la bola, que mide unos 14 o 15 metros. En segundo lugar está la canal, hecha en la tierra, era preciso que estuviese la tierra muy bien asentada, tanto en el fondo como en los laterales, con el fin de que la bola no encontrase obstáculos en su recorrido hacia los bolos. Unos metros más adelante se colocaba una tabla en la canal, a ras del suelo, muy bien asentada, que es adonde hay que pasar la bola para que el tiro sea eficaz. Esto es la tabla de posar o batea. Al final de la canal está situada una losa en forma de rampa y en la parte superior lleva una regadura que es donde se colocan los bolos, en agujeros ya hechos en el suelo, situados a una distancia entre 10 y 14 cm. Se llama solera. Se colocan dos listones o palos, uno a cada lado de la losa y un cable desde uno hasta el otro para colocar los bolos. A esto se le llama batiente. Los bolos tendrán que estar un poco inclinados hacia delante en la parte superior del bolo y hacia atrás en la parte inferior. Así cuando llegue la bola a ese punto, los bolos saldrán volando hacia el armazón de palos, llamado portillo, que está situada a cierta distancia y a una altura considerable. Luego está la cava y la barrera. Los juegos se contabilizan cuando los bolos pasaban por encima de esta barrera de palos, entonces valían 50 puntos, aunque se cuenta también cuando los bolos no llegan al armazón, pero tiene menos valor. En el juego “mano a mano” se gana al hacer 2000 puntos, pero si se juega por equipos hay que ganar dos partidas, cada una con 3000 puntos.

ESQUEMA SOBRE EL LANZAMIENTO DE BOLOS

El batiente mide unos 20 o 25 metros de largo, aunque los había de distintas medidas. Los bolos miden entre 11 y 14 cm Son de madera de roble o de acebo y las bolas de madera de encina con un diámetro de 10 ó 12 cm y para los más corpulentos de 14 ó 15 y un peso de 3 a 5 kilos. Los jugadores de batiente para que destacaran tenían que asentar muy bien la bola sobre la tabla que está en el fondo del canal y, al mismo tiempo, imprimirle mucha fuerza. Así saldría la bola con precisión hacia la rampa donde están colocados los bolos y estos volarían por encima del armazón.
Había una persona encargada de armar la bolera, normalmente un chavalín, que también cantaba los tantos. Era una tarea pesada. En el lenguaje popular se dice que alguien armó la bolera, quizás queriendo decir que la desarmó, cuando organiza una bronca, un enfado poco común. Lo que destaca de este juego es la enorme afición que despertó desde antiguo, siendo desplazado por el fútbol y la televisión. También influyó notablemente el descenso de población. En los años 50, que era cuando más se jugaba, había muchos jóvenes en las casas; a partir de entonces, comenzaron a trabajar fuera y las familias no tenían tantos hijos. Ello coincidió con la llegada de la televisión y los partidos de fútbol televisados, que ganaron muchos adeptos a este deporte.
Algunos testigos de esta época dorada refieren que se juntaba más gente en la bolera o batiente que en la romería. Jugaban los sábados y los domingos, y junto con el baile semanal, eran el ocio de la zona rural, sin tener que salir del concejo o de la comarca.

Texto escrito por Rosa Mª Rodríguez Fernández

[1] Datos de Rosa Valdés Sánchez.
[2] Según datos de María Flórez Rodríguez.
[3] Información de Ramón del Ferreru de Otero.
[4] Información facilitada por Firme Ca Pascua de Landrio.