martes, 30 de julio de 2013

LA CAPILLA DE SANTA APOLONIA DE CAÑE (LLANERA)

Parece ser que la primitiva capilla estuvo en el lugar conocido por Cantu de Santa Apolonia, en el alto de La Costana, en Llanera. Algunas personas mayores recuerdan haber conocido las ruinas.
 
LOCALIZACIÓN DEL PALACIO DE CAÑE (DESTACADO EN ROJO).
 
No se sabe cuándo se pasó la capilla al palacio de Cañe. El palacio existía ya, al menos, en el siglo XVII, como atestiguan las pruebas del Caballero de Santiago de D. Francisco Abarca Valdés y López, nacido en Cañe en 1686, hijo de D. Gabriel Abarca y Valdés, nacido en Cañe el 28 de septiembre de 1665, y nieto de D. Juan Manuel Abarca y Valdés, también natural de Cañe, aunque no se precisa la fecha.
 
PALACIO DE CAÑE EN 1980. FOTO: J.I. PRIETO
 
La capilla y el palacio no fueron construidos al mismo tiempo y, tal vez, ésta se haya edificado con posterioridad. Las imágenes y los objetos de culto procedían sin duda de la primitiva ermita. El cáliz y el copón fueron donados por un general que sufrió graves heridas en la mandíbula y que ofreció a la santa hacer estos regalos con las joyas de su familia. Esto sucedió entre los siglos XV y XVI. La imagen de Santa Apolonia que era de estilo bizantino, desapareció junto con las otras durante la guerra civil. Se sabe que fue vendida a un anticuario por una familia de Santa Cruz de Llanera y salió fuera de España. En la capilla había otras imágenes: San Cayetano, San Antonio, una preciosa talla gótica, de marfil, con corona de oro y San Antonio, que fue decapitado en 1936 durante la guerra. Tuvo una odisea muy curiosa: durante la guerra se utilizó el palacio como cárcel y un soldado de Mieres, que logró escapar, al saltar la tapia se golpeó con lo que él creía una piedra y cuál no sería su sorpresa al encontrarse con la cabeza de San Antonio. Así que, la mete en el bolsillo y se la lleva. Un tiempo después pasa por la galería Benedet, en Oviedo, y, al ver que allí se vendían estatuas de escayola, reproducciones del museo del Prado, entra con intención de venderla. Y resultó que el Sr. Benedet, yerno de la Sra. de Cañe, lo reconoció y se lo compraron por lo que pidió, un billete de autobús para él y su mujer a Mieres.
 
FACHADA DEL EDIFICIO QUE ALOJÓ A LA GALERÍA BENEDET
 
Dentro de la capilla había también un valioso crucifijo, situado en frente de la puerta del jardín, de palosanto con incrustaciones de marfil y nácar, que también desapareció en la guerra civil, posiblemente quemado. Había una imagen de piedra: Nuestra Sra. de la Paz, pero no estaba en el altar sino en una columna. También fue decapitada y apareció en la iglesia de San Cucao, detrás del altar mayor. Años más tarde fue vendida por un sacerdote de la parroquia, según información de Mª del Carmen Benedet.
 
En la capilla se conservaban también las casullas antiguas, muy pesadas. Para repararlas, Dª Enriqueta, trajo el hilo de oro de galerías Lafayette de París, por no encontrarlo en España.
 
La última reforma de la capilla la llevaron a cabo en 1908 los dueños del palacio: D. José Álvarez Prieto y Dª Enriqueta Boves Gutiérrez, que lo compraron a la familia Casaprim. De los Casaprim había algunos familiares enterrados en el suelo de la capilla. En una ocasión se inundó y fueron llevados los restos al osario de la parroquia.
 
PALACIO DE CAÑE EN LA ACTUALIDAD. FOTO DE AUTOR DESCONOCIDO
 
La familia Álvarez Boves construyó un corredor para acceder desde el interior del palacio e instalaron un órgano.
 
En las misas de fiesta hacía la primera voz Dª Enriqueta y la segunda, su hija Mª Luisa. También les acompañaba el director de la Banda de Villaviciosa, D. Ramón Alonso, que fue quien puso música al Himno de Santa Apolonia, la letra fue obra del párroco de Bonielles, D. Gil. La misa llegó a ser concelebrada por 16 sacerdotes.
 
A la fiesta venían peregrinos de rodillas y con ofrendas a la santa, sobre todo exvotos de cera. Venían de muchos lugares de Asturias. No hace muchos años que vino una familia de San Antolín de Ibias, a la que habían ofrecido sus antepasados y marchó decepcionada por no encontrar nada. Se cantaban coplas populares: como las facilitadas por Remedios Suárez, nacida en Agüera de Trasmonte y vecina de Parades:
 
Aunque me duelan les mueles
siete semanes y un día
nun voy a Santa Apolonia
galán en tu compañía.
 
Y esta otra, que hace referencia a D. Ramón Casaprim, fallecido en 1879:
 
Santa Apolonia ta en Cañe,
en el concejo de Llanera,
tiénla D. Ramón en casa
en cuenta de una doncella.
 
Se celebraba la fiesta el 10 de agosto, día de san Lorenzo, por ser la onomástica del hijo pequeño de los dueños y porque el 9 de febrero, que era el día que le correspondía, nevaba y no se podía festejar como en verano. Se hacía romería en los jardines del palacio y más tarde en el prado colindante, donde se bailaba al son de la gaita. La última se celebró hacia 1950. Ya organizadas por los vecinos hubo 2 ó 3 romerías que se hacían junto al puente sobre el río Barredo, pero sin fiesta religiosa.
 
Actualmente se celebra el primer domingo de agosto y los vecinos tienen una imagen de Santa Apolonia que fue comprada por Dª Josefa Llana Pérez, de Casa Barrero de Tuernes, y está depositada en la capilla de San Pedro en Agüera, desde donde sale en procesión hasta la plaza de la Fuente el Xuego, donde tiene lugar la misa de campaña, y donde es recibida por una descarga de cohetes. La recuperación de esta fiesta fue impulsada por Charín de Casa Barrero, presidenta de la comisión, fallecida hace unos meses.
 

Texto: Rosa María Rodríguez Fernández. El artículo original fue publicado en la revista La Piedriquina nº 28 (Julio 2002).

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